lunes, 10 de febrero de 2020

RUMBO AL CAMPEONATO DE ESPAÑA


Esta entrada no es como las demás, es especial, al menos para mí. Este fin de semana se ha celebrado, como cada año en villaciciosa de Odón, el campeonato más esperado del año para los yudocas de la categoría junior. Se trata del campeonato de Madrid en el que hay un grandísimo nivel ya que subir al podium te da la clasificación para el campeonato de España. No es el primer año que participo en un campeonato de estos y me juego la clasificación para el Nacional pero si es el más especial por todo lo que ha acontecido no solo en el propio campeonato si no en la semana antes de este. Es posible que esta crónica sea un poco más larga que las demás, pero creo que la ocasión lo merece ya que detrás de lo conseguido este fin de semana hay mucha gente implicada y me gustaría no dejarme a nadie. Así que sin más demora lo voy a contar intentando ser lo más breve posible. 

Como todos los yudocas de la categoría junior preparaba esta cita con mucha ilusión durante todo el mes. La verdad es que las sensaciones eran buenas, no es por echarme flores a mi misma, pero yo me sentía bien con un buen entrenamiento a mis espaldas y con la confianza sufiente para hacer un buen papel. 


Sin embago justo una semana antes del campeonato todo pareció torcerse. El sábado por la noche tuve un accidente algo aparatoso, se me explotó una bolsa de agua caliente de esas que te pones para los dolores y me provocó quemaduras de segundo grado en la pierna y las manos. Es un accidente de esos tontos que pasan cuando menos te lo esperas y que te la lian pero bien gorda. Fuimos a urgencias donde me valoraron la gravedad de las quemaduras y me hicieron las primeras curas. He de decir que hasta nos paró la policia ya que mi padre iba a gran velocidad camino del hospital y al ver la situación nos acabó abriendo paso hasta el hospital. Después de un fin de semana largo y jodido empecé las curas en mi médico de cabecera. Ahí es cuando el mundo se me vino completamente encima pues me dijeron que no podría competir. En ese momento mis lagrimas no eran del dolor que me provocaba la herida sino del que me provocaba no poder ir al campeonato para el que tanto había estado trabajando. Sin embargo, había una pequeña esperanza, pero esta parecia ser muy dolorosa y aunque no era seguro era la única forma de poder intentar competir, aunque no fuera en las mejores condiciones.  La enfermera me dijo que la única forma era quitar la capa que impedia que la herida  cicatrizara a tiempo y limpiarla bien, es decir hacer las curas de varios días en uno u dos. Así que decidí aceptar ese proceso porque yo tenía claro que no podía perderme ese campeonato. Entonces la enfermera empezó las curas y en dos días, muy dolorosos, ya tenía la herida completamente limpia lista para cicatrizar. 

Entonces fue cuando las esperanzas de poder competir, aunque la enfermera no me lo recomendaba, pasaban de menos a más. La semana ha sido dura, pues por los dolores no podía entrenar por lo que a esto se unía un problema más: El dichoso peso. Así que no me quedó más remedio que tener paciencia y aguantar. El jueves los dolores remitieron bastante así que pude sudar para bajar el peso y ya el viernes la doctora terminó de limpiarme la herida y me la protegió bien para el día de la competición. 
El viernes por la tarde se realizó el pesaje y se puede decir que ahí gané mi primer combate contra la báscula. 

1º Objetivo cumplido
El sábado, por fin llegaba el gran día. Había una mezcla de sensaciones, buenas y malas. Estaban los típicos nervios que todos tenemos en estas citas tan importantes, estaba el miedo de que pudiera pasarme factura la lesión, estaba la tranquilidad de tener a tus entrenadores y familiares allí presentes... pero no quedaba otra que llevarlo de la mejor manera posible y salir a por todas así que, aunque fue díficil, eso fue lo que hice. Gané los dos primeros combates por ippon metiendome en semifinales. En este combate, a un pasito de meterme la final, cometí un pequeño error que me lo hizo pagar caro pues hizo subir un wazari al marcador en mi contra y al ser Golden Score (Técnica de oro) se me cerraron la puertas del oro. Así que ya cansada, frustrada,con la herida ya pasandome factura y con la presión que conlleva hacer un combate por el bronce tuve que coger fuerzas de donde no las había pues tenía que darlo todo en ese último combate. 


 En acción


Al poco tiempo de empezar el combate tuve un problema con las vendas que me protejian las quemaduras de las manos por lo que el árbitro tuvo que parar el combate.Me dijo que me las tenía que quitar a lo que yo acepté sin problemas, parece que todo se ponía en mi contra pero Rodolfo que estuvo atento en todo momento de mí se negó por activa y por pasiva consiguiendo que me dejaran apretarlas. 
Rodolfo siempre atento
Después de la pequeña incidencia continuó el combate subiendo un wazari al marcador, cuando quedaba apenas un minuto me empatarón a wazari pero sin agobiarme (pues alguna vez ya me ha costado caro) seguí hasta coger una inmovilización que acabó en ippon, bronce y la clasificación para el campeonato de España. Sinceramente yo esperaba que el metal hubiera sido de otro color y quizás a muchos el bronce os parezca poco también, pero en esta ocasión es el mejor bronce de mi vida. El más trabajado, el más sufrido y el que más dedicaciones tiene pues como he dicho ha habido mucha gente implicada. Hay un dicho que se suele decir cuando se gana una medalla: "Un hilito de esta medalla es para tí por..." Así que, para acabar esta crónica, voy a empezar a repartir hilitos de esta medalla a toda la gente que ha estado detrás de todo esto. 
Emoción Tras ganar el bronce

Quiero agradacer a mis padres que han sufrido casi tanto como yo desde la noche del sábado hata el final. En ningún momento han dudado de mí, de que yo pudiera hacer lo que he hecho. Han estado consolandome en lo peor de la semana y animándome en lo mejor de ella. Hemos tenido altibajos, pero como siempre hemos ido buscando las formas de seguir adelante.

También quiero agradecer a Rodolfo porque tambien ha estado desde el minuto 1 apoyandome, he de decir que siempre está, pero esta vez se ha salido. Me ha ánimado cuando parecia que no iba a competir, cuando se enteró de que había posibilidades de competir enseguida buscó la manera de entrenar sin hacerme daño para bajar el peso. En la competición estuvo pendiente en todo momento, ocupandose de que todo saliera bien, de que no me viniera abajo en ningún momento, de que no me hiciera daño y de que lograra mi objetivo. 
Tras ganar el Bronce
Dar las gracias a Wladi que estuvo en la grada aguantando como un jabato, animado y creyendo hasta último momento. Ojalá pudiera haberlo vivido desde abajo, pero tal y como gritaba desde arriba yo sentía como si lo estuviera.Gracias tambien a los que fueron a verme: Nadia y su padre, Álvaro, Omar, Cristina y Rosa. 

Dedicando la medalla a Wladi

No puedo olvidarme de la enfermera que hizo posible que yo pudiera competir en las mejores condiciones posibles. Ni de mis compañeros de instituto que me han ayudado en lo que han podido y animado en el peor momento de la semana. Por supuesto tampoco puedo olvidarme de mis alumnos y sus papis, que enseguida que se enteraron también me mostraron su apoyo. Y que decir de los más pequeñajos que me cuidaron de lo lindo y se pudieron dar la clases sin problemas. Por último pero no por ello menos importante, esta medalla va también para vosotros Ruth y Juli que desde el primer momento en que os enterasteis de mi desgraciado accidente fuisteis de los primeros en darme ánimos. Muchas gracias va por vosotros.



Como veis ha habido muchas personas implicadas en esta medalla, pero entre todos lo hemos logrado. Muchísimas gracias a todos y aunque tengo que seguir con las curas, espero estar en las mejores condiciones para el campeonato de España del 22 de Febrero en Alcalá de Henares. 
Dificil no significa imposible
¡ NOS VEMOS EN EL TATAMI DE NAIRA !